En el mes de mayo conmemoramos el día del Trabajador de la Educación con una Charla-Debate sobre el tema: “La democracia y la autonomía en las instituciones educativas, una mirada desde el docente”. A partir de las ideas del Prof. Mario Olmedo, se produjo un intercambio interesante de opiniones, hubo lugar para las preguntas y respuestas, para luego compartir danza y música y terminar con una buena comida. En síntesis vivimos un grato momento de encuentro en especial con los colegas del interior que, como siempre, nos muestran que cuando hay ganas de participar la distancia no es un impedimento insalvable. Lo mejor de todo fue que el momento no se agotó ahí, porque cuando las ideas son potentes, nos dejan pensando. Permítannos, entonces compartir en voz alta algunos de los pensamientos y sentimientos que continúan dándonos vueltas en la cabeza y en el corazón.

La temática de esta Charla surgió por una sentida necesidad: la de comprender determinadas problemáticas e impulsar su transformación. En nuestro accionar sindical en más de una ocasión descubrimos discursos y prácticas marcadamente autoritarios al interior de las instituciones educativas de gestión privada cualquiera sea proyecto educativo, los que se hacen particularmente visibles en aquellas circunstancias en las que los docentes demandan y se comprometen en alcanzar, al amparo de leyes nacionales y provinciales, sus derechos o participan en acciones gremiales reivindicativas.  Cuando esto ocurre sus acciones son interpretadas por los empleadores, propietarios y directivos como una grave amenaza y hasta como un atrevimiento impropio de la condición docente poniendo en circulación dudas, recelos y desconfianzas los que se viven no sin dolor por quienes se involucran. Esto motiva la pregunta ¿Qué supuestos se tejen alrededor de la participación sindical en las instituciones educativas que generan estas reacciones y que hacen que de un día para otro un buen docente se convierta en un adversario? A partir de esta pregunta buscamos comprender abrevando en diversas fuentes: pedagógicas, históricas, políticas, legales, sociológicas, discutiendo el sentido común, con la intención de conocer pero dándole al “conocer” el significado que le da José Martí cuando sostiene que “conocer es resolver”.

El Prof. Mario Olmedo nos ayudó a mirar el complejo territorio de la escuela recortando teoría y practica de la educación y estableció algunos tópicos y despertó otros para continuar pensando. Algunos de ellos marcan la tensión que existe entre: las simetrías y las jerarquías que atraviesan los vínculos en la escuela. Nos animó a desarrollar simetrías nuevas que incluyan las jerarquías formales asumiéndonos uno entre pares ante la difícil tarea de formar a las jóvenes generaciones. Nos invitó además a incluir en las jerarquías que existen los contenidos propios de la autoridad pedagógica que suponen la apertura necesaria para el diálogo, la autocrítica constante para aprender y desaprender lo que sea necesario, y el liderazgo. Todas las sugerencias, que con tanto entusiasmo nos hizo el Prof. Olmedo, seguramente están siendo consideradas, en el hacer cotidiano, por todos los que participamos la Charla. De todas ellas elegimos la que nos invita a “volver a enamorarnos de lo que hacemos” y a ocupar nuestro lugar con todo lo que implica: enseñar, aprender, participar, comprometerse, defender el salario y el espacio vital de libertad sin el cual no seremos nunca seres autónomos.